Cómo se castiga el ciberacoso?

El ciberacoso es un delito caracterizado por una serie de actos, comentarios, comportamientos o mensajes enviados repetidamente a una persona en Internet para perjudicarla. Esta práctica degradante, ya sea moral o sexual, está severamente castigada por la legislación francesa, que especifica los distintos métodos de castigo. Esto es lo que hay que saber sobre las sanciones por esta práctica.

La pena para los autores

Las difamaciones, los insultos o las amenazas repetidas en las redes de comunicación electrónica no son sólo un problema para los niños. Los adultos también pueden utilizar el ciberacoso, por ejemplo, para destruir la carrera profesional o la vida familiar de alguien. Las sanciones contra los autores dependen, pues, de su edad. En cambio, las víctimas del acoso en línea pueden ser de cualquier edad y origen.

El ciberacosador es mayor de edad

Cuando el ciberacoso es cometido por un adulto, la pena aplicada tiene en cuenta la edad de la víctima. El agresor puede ser condenado a 2 años de prisión y a una multa de 30.000 euros si ataca a una persona mayor de 15 años. En caso contrario, el autor se enfrenta a una pena de prisión de 3 años y a una multa de 45.000 euros.

El acosador cibernético es un menor

En esta eventualidad, el legislador prevé su sanción teniendo en cuenta la edad del ciberacosador. En cualquier caso, la responsabilidad civil por este hecho la asumen los padres del autor, que están obligados a indemnizar a los padres de la víctima.

Cuando el ciberacoso es cometido por un menor de edad mayor de 13 años, el autor puede ser castigado con un máximo de un año de prisión y una multa de 7.500 euros. Esta pena sólo se aplica si la víctima es mayor de 15 años. En caso contrario, el ciberacosador se arriesga a 18 meses de prisión y a una multa de 7.500 euros.

El ciberacoso cometido por un menor de 13 años está sujeto a las normas específicas de la delincuencia juvenil en el derecho penal.

El procedimiento para sancionar el ciberacoso

La víctima del ciberacoso dispone de varios recursos para facilitar las acciones legales.

Recogida de pruebas

Como paso previo a la investigación de las fuerzas de seguridad, la víctima de acoso por Internet puede proceder a la recogida de pruebas. Uno de los enfoques más adecuados es realizar capturas de pantalla de los elementos que inculpan al autor.

También es aconsejable ponerse en contacto con un agente judicial para dar a estos documentos un carácter auténtico. Como tales, pueden utilizarse como prueba ante un tribunal competente.

La denuncia de la víctima

La denuncia por ciberacoso puede presentarse en una gendarmería, en una comisaría de policía o por vía electrónica en el tribunal judicial de París. Los menores también pueden hacerlo. Sin embargo, sólo los padres pueden presentar una demanda civil para obtener una indemnización por daños y perjuicios.

Los ciberacosadores suelen actuar de forma anónima o en grupo. Por ello, a veces es difícil identificarlos formalmente. En este caso, la víctima tiene la posibilidad de presentar una denuncia contra X. Los tribunales toman entonces las medidas necesarias para encontrar a los autores.

En última instancia, el ciberacoso se castiga con una pena de prisión y una multa que varía según el autor y la víctima. Sin embargo, hay que tener en cuenta el plazo de prescripción de 6 años de la acción penal.

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