COVID-19 EL TIEMPO SE HA DETENIDO…. PERO NO PARA TODOS…

Las calles están vacías, las ciudades se han ido durmiendo poco a poco con los ojos abiertos, la contaminación también ha desaparecido con los vehículos abandonados en el garaje y las fábricas paradas, la naturaleza vuelve a tomar el control.

Los olores olvidados resurgen y provocan el resurgimiento de agradables recuerdos olfativos, recuerdos de la época en que las ciudades tenían olores… Olores agradables, distintos, olores indicativos, olores estacionales. Silencio… Se oye el silencio en la ciudad, el canto de los pájaros y el viento en los árboles.

Pero todo esto volverá a ser cosa del pasado cuando, de nuevo, las tormentas de monóxido de carbono azoten la ciudad y nuestra actividad humana retome sus derechos destructivos sobre este planeta que nos acoge.

Es cierto que esta pausa en la destrucción de nuestro hábitat da que pensar:

 Nuestro planeta es mucho más agradable para vivir sin la actividad humana… ¡o incluso sin nosotros!

Aparte de algunos climatólogos o limitados por las rocas, cada uno de nosotros podría ver que estos pocos días de parada casi total de la actividad humana han hecho mucho bien (ambientalmente hablando) al planeta.

Pero está claro que es abominable que esta manifestación “forzada” haya pasado por tanta miseria, sufrimiento y muerte.

PERO REALMENTE SE HA DETENIDO TODO?

Pues no! Todo no se ha detenido.

Mientras el planeta nos envía señales (la pandemia está seguramente relacionada con las perturbaciones medioambientales, que a su vez se deben a nuestra hiperactividad industrial y a nuestro consumo excesivo), los trolls, los cobardes, los acosadores anónimos hacen su agosto.

Los ataques furtivos, desagradables, injustos, deletéreos y mezquinos de E-Reputation continúan en la red, sí… porque la “gente” tiene tiempo… Y medio planeta está en línea y se aburre…

Difamación, ciberacoso, insultos, insinuaciones dudosas, críticas, opiniones negativas, denigración de estructuras y líderes, ex empleados vengativos, etc. (No mencionaré la violencia doméstica, que está explotando porque no es “ciber”)

Lástima que no exista un virus para exterminar la mierda.

Qué tienen en común Covid-19 y E-Reputation?

Viralidad.

Desde la llegada de la Web 2.0, todo el mundo delira por la rápida difusión de la información. (Es curioso que cuando hablamos de estos dos temas completamente opuestos, utilicemos el mismo vocabulario).

En resumen, la estupidez y la mala leche no se limitan.

Así que aprovecha estos momentos de inactividad forzada para cuidar de tu E-Reputación.

Nos quieren

Nos odian

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