En nuestra era cada vez más conectada, el espacio digital que es Internet es ahora un eje de desarrollo estratégico para las empresas. Sin embargo, la Web 2.0 ha abierto la puerta a todo tipo de excesos. En efecto, los internautas pueden decir cualquier cosa en los foros y espacios de comentarios. Además, las marcas, las empresas y las propias corporaciones pueden enfrentarse a casos que les seguirán para siempre en los motores de búsqueda. Todos estos rastros digitales negativos constituirán entonces la mala reputación electrónica de estas empresas. El problema es que esta mala imagen online repercute fuertemente en su facturación.
Para contrarrestar esta situación de crisis, las empresas pueden recurrir a empresas y agencias especializadas en reputación electrónica.
Si las empresas se enfrentan a una crisis
Si la reputación electrónica de la empresa ya ha sido dañada, la agencia especializada comienza el trabajo de gestión de crisis.
En primer lugar, la agencia de e-reputación evalúa la imagen digital del cliente mediante un listado de opiniones de los consumidores, así como todos los enlaces negativos que aparecen en los motores de búsqueda.
La misión de la agencia es eliminar todo rastro de enlaces o críticas negativas en línea. Para ello, utiliza técnicas de SEO. Puede crear nuevas plataformas y sitios web para ayudar a eliminar los elementos negativos. Por último, también promociona el negocio existente de su cliente mediante la optimización de sus redes sociales, página web oficial, etc.
Reaccionar cuando se produce una crisis no es lo mejor, ya que los efectos negativos ya se están notando. Por eso es aconsejable recurrir a una empresa de reputación electrónica lo antes posible.
A modo de prevención
«Más vale prevenir que curar», como dice el famoso refrán. Por lo tanto, las empresas, las marcas e incluso los particulares pueden recurrir a la experiencia de una agencia de reputación electrónica incluso si todavía no se ha producido una crisis. Es mejor reaccionar así, porque cuando se produce una crisis, ya es demasiado tarde. La pérdida de ingresos se notará inevitablemente.
Por otro lado, si las empresas fueran conscientes del problema de la mala reputación electrónica y de su impacto, podrían dedicar un presupuesto razonable a la gestión de su imagen online. Las agencias lo llaman prevención. Es una especie de seguro que protege la reputación electrónica del cliente.
El objetivo es muy parecido al de la gestión de crisis: reforzar la imagen de marca del cliente en los motores de búsqueda, pero sin intentar eliminar los elementos negativos. El objetivo es evitar el aumento de posibles críticas y enlaces negativos.
La moraleja es, por tanto, recurrir a una empresa especializada en reputación electrónica lo antes posible para evitar que se produzca una crisis.