La respuesta es, por supuesto, ambas cosas.
La agencia E-Reputation es definitivamente un socio privilegiado de los bufetes de abogados, sea cual sea su especialidad.
Hay dos razones básicas para ello:
– La primera es la aplastante verdad de que un caso no está ganado al 100% mientras sus rastros digitales permanezcan en los resultados de Google… Por qué?
Sí, la decisión judicial es favorable al Cliente, que es restituido a su legítima posición. Pero qué pasa con su imagen? Si el Cliente realiza una búsqueda en la red sobre su nombre o el de su empresa y comprueba que esa decisión judicial favorable no ha restablecido en absoluto la verdad sobre su caso en el ámbito digital… Dónde queda su satisfacción?
– La segunda razón es que la acción legal no puede hacerlo todo en la actualidad.
Muy a menudo impotentes ante la libertad de prensa, los plazos de la difamación y los límites de la denigración, los bufetes de abogados deben en este momento recurrir a los servicios de una empresa de reputación electrónica, que pondrá en marcha una estrategia técnica para enterrar las URL negativas “rebeldes”.
La relación entre la agencia de reputación electrónica y el bufete de abogados es una vía de doble sentido: a menudo también se contacta con la agencia como primer recurso, para realizar una auditoría de la situación.
Tras esta auditoría, el limpiador web dirigirá al Cliente a un bufete de abogados, para que éste active la palanca legal, imprescindible en la resolución de una crisis digital.
Tras el análisis del caso por parte de la empresa asociada, si no es posible recurrir, el asesoramiento prestado habrá sido decisivo para arrojar luz sobre los aspectos jurídicos del caso y encontrar una solución positiva.
Los despachos de abogados también forman parte de la evolución digital que se ha convertido en estructural. Preocupados por la satisfacción de sus clientes, deben abrir su círculo de “proveedores” a las agencias de E-Reputation, que son factores de optimización de sus servicios.
Stéphane Alaux.
Nos quieren
Nos odian
