Hoy en día, Internet rige gran parte del universo de una marca. Ya sea en la comunicación, la publicidad o el comercio electrónico, Internet se ha convertido en una herramienta indispensable para el desarrollo exitoso de una marca o empresa. Y aunque Internet es un medio excelente para generar más ingresos y atraer a una base de clientes más amplia, la red también puede ser cruel. Entre informaciones falsas, críticas negativas, clientes descontentos en las redes sociales…. Los peligros son numerosos y pueden afectar seriamente al desarrollo de una marca. Y el peor de los miedos posibles es el de los malos rollos. Pero qué es? Cómo puede producirse un mal zumbido? Y lo más importante, cómo reaccionas ante ello? Te contamos todo sobre el mal rollo!
Qué es un zumbido malo?
El término “bad buzz” se refiere a muchos fenómenos que pueden tener un impacto negativo en la imagen de una marca o empresa. El mal rollo se desarrolla con frecuencia en Internet, y más concretamente en las redes sociales, antes de invadir otros canales de comunicación on y offline. El mal rollo puede originarse a diferentes niveles. En efecto, puede provenir de una acción de marketing torpe, ante la cual los internautas reaccionarán, o de una publicidad inapropiada, o incluso de un anuncio a nivel de la organización de la empresa. En resumen, una marca puede cometer un desliz inesperado, por lo que un mal buzz puede ocurrir rápidamente… A menudo hablamos del efecto bola de nieve que puede tener un mal buzz, pero esa es la magnitud del problema. Un mal rumor suele originarse en las redes sociales, pero se propaga muy rápidamente en la red a través de los medios de comunicación, los sitios de noticias o los influenciadores. Y después de la web, es la imagen global de la marca la que se ve impactada, por lo que el mal buzz puede tener un impacto considerable en el desarrollo de una empresa.
Responder a una mala crisis de zumbidos
Si su empresa se ve directamente afectada por un fenómeno de bad buzz, es esencial reaccionar con rapidez y eficacia. Para ello, primero es necesario identificar el origen del ataque para poder afrontarlo mejor. Puede ser un competidor malintencionado, un cliente descontento o un antiguo empleado. Una vez identificados los autores del mal rollo, es aconsejable enviarles un mensaje personal, estudiando cuidadosamente una respuesta que resuelva el conflicto antes de que vaya a más. También hay que considerar el canal de comunicación más adecuado para su respuesta y quién debe encargarse de ella. En cualquier caso, es esencial responder al ataque siendo transparente y evitando cualquier censura de los comentarios que causaron el mal rollo. Sin embargo, a pesar de una reacción rápida y sincera por parte de su marca, el mal rollo puede extenderse rápidamente, de ahí el efecto bola de nieve. Así, su respuesta no tendrá el impacto esperado, salvo empeorar la imagen de la marca…